Audio libro por Rodrigo Espinoza - Un segundo al fin del mundo - текст песни, слова, перевод, видео

“Un segundo al fin del mundo” por Rodrigo Espinoza

El sol al llegar la tarde, el viento sopla a la deriva desde lo más alto donde las montañas lloran con ríos inmensos de manantiales cristalinos donde fluye las más grandes historias

cuando el sol llama con su cosquilleo en su resplandor, el verano llega con su aroma superfluo de carácter contagioso que con su antecesor llena de flores las mañanas de algunas llanuras

y corazones inundando el color de cada alma llevando en sus brazos lo que todos desean.

Cuando todo esto comienza donde las nostalgias de deseos, en un vaivén de posibilidades con una emocionante luces de esperanzas y solitarios corazones, las historias crean un ambiente de dulces amarguras y necesidades que nadie quiere, solo el querer aparentar y brillar con algo que no nos acompañan

y dejando de lado lo verdadero que nos llena y nos entrega las cosas simples de la vida.

Esta Historia empieza cuando todo termina en la sublime esperanza de que todo vuela en el aire y nos atrapa en ciertos lugares,

si les digo que cuando quise volar era muy alto pero nunca pensé que quería llegar tan lejos fuera de

este mundo con lugares asombrosos por explorar y volar por el universo entero.

Noche tras noche sin saber qué buscar en las más remotas palabras que no llegan, y el silencio acampando en la noche más oscura sin remediar previo aviso,

el levanto su mirada en el horizonte tratando de buscar una respuesta, pero en lo más alto de su cabeza ahí estaba,

esa estrella que brilla y nos mira con su resplandor y no ilumina sin decir nada.

Ahí estaba lo que el pensó que sería fácil llegar o alcanzar con su mano, noche tras noche sin titubear

y llenar el silencio con bellas palabras y color de su cielo sin poder alcanzarla, tratando de idear las locas

ideas para viajar a los confines del universo sin pensar y sin un plan aparente solo con el corazón en su mano

y el silencio el cual a él lo acompañaba sin saber si esa estrella estaba cuando él llegará.

Día a día tratando de crear las más extrañas naves para volar y subir donde nadie podría llegar

pero la fe y la perseverancia son parte de él, escaleras inmensas con tamaños inimaginables

en su mente cabían, pero que al otro día se caía sin moldear ni esbozar un dibujo de sus proyectos, que más que ingeniería

era puro corazón, alma y con la fe más grande que nadie podía alcanzar.

Naves y máquinas en su mente florecían con su manos, él hacia con mas entusiasmo y el cansancio que el veía,

las cosas pasan a su alrededor donde el tiempo absorbe las horas que uno hace

y nos llegan en un desfase de sentimientos y sin aparentar lo que su corazón sopla con resiliencia.

Si contamos los días en contra del reloj nos lleva a otro tiempos los cuales nos entregaba las cosas que nosotros no queríamos

y las cosas eran mucho más fáciles de distinguir y apreciar en momentos como este, cuando la esperanza recae en lo más profundo del abismo es donde algunas veces la mas pequeña luz nos hace florecer y decir que no hay lugar más hermoso si no donde los sueños recaen,

donde la noche comienza en las pocas horas de luz que él puede descansar.

Los días pasaron sin previo aviso con el tiempo detrás y el cambio de planes en su bolsillo, sin naves, sin escaleras sin poder volar y saltar a los más alto

de la noche, él creyó que estaba equivocado que con una nave no debía llegar si no con parar el tiempo y volver atrás lograría llegar cuando las estrellas llegan cerca del horizonte,

y con su mano la alcanzaría y llevaría muy lejos, pero el tiempo jugó en su contra, donde cada palabra quedaba en el olvido y cada segundo el silencio lo llevaba cada vez más lejos,

donde un día la vio tan cerca y ahora no sabe si la próxima noche estará ahí, donde el manto nocturno cubre con su velo sus sueños sin cumplir los deseos por cada caída fugaz.

El tiempo se acabó pero algo en su mente y su corazón le decía que solo era el comienzo de lo que alguna veces el soñó en silencio, ahora nadie lo acompaña ni tampoco sabe dónde llegar, solo su fe, sin naves, ni alas, el fue al fin del mundo para lanzarse desde el último lugar de la tierra y volar para llegar esa noche donde ella por un segundo estará lo más cerca que el nunca imaginó,

solo un segundo, despues de caminar por lugares extraños y pasar por momentos que parecieron nunca terminar, el sigue caminando al fin del mundo y un día de estos el llegara y saltara de una vez en un solo segundo, tomara su mano y en fugaz vuelo de nunca acabar o caer en el profundo abismo donde el cielo solo puede frenar, nadie sabrá que ha de pasar pero solo un segundo él tiene para demostrar que las promesas se cumplen, aunque sea muy oscuro o en un cielo azulado siempre habrá una estrella brillando, si no la vemos o no está ahí es porque nuestro corazón no quiere. pero él irá tras ella aunque que el viento no quiera soplar, donde lo imposible te quiere llevar, siempre habrá alguien que iría al fin del mundo para que en un segundo cambiemos de parecer, donde lo posible existe en el corazón y también en lo que soñamos……